El oro y la plata son materiales duraderos pero, con el paso del tiempo y el uso frecuente, suelen oscurecerse u opacarse y debemos limpiar las joyas. Ya se trate de anillos, pulseras o cadenitas, existen métodos para hacer que el color y el brillo de tus joyas vuelvan a ser los que eran. Ten en cuenta que los siguientes procedimientos de limpieza en este artículo no están indicados para baños de oro o plata, sino para joyas macizas. Por otro lado, si tu pieza contiene alguna perla o piedra, tienes que saber que el proceso de limpieza para ésta seguramente sea otro, por lo que, en estos casos, es necesario que consultes con nosotros y te ayudaremos en lo que necesites.
Limpiar las joyas de oro.
Uno de los trucos para las joyas y objetos de oro es llenar un recipiente con agua tibia y agregarle un poco del producto que usamos normalmente para fregar los platos. Introducimos esos objetos y los dejamos durante las horas necesarias hasta que veamos que esa suciedad se vaya ablandando; suciedad que quitaremos, a continuación, con un cepillo suave para ir frotando cada pieza. Una vez limpias, las volvemos a introducir en el agua y las secamos con un paño suave.
Otro de los remedios caseros es emplear pasta de dientes para frotar con ella una cadena de oro, por ejemplo, y devolverle su brillo de antaño. Cuando termines, solo tienes que enjuagarla y envolverla en un trapo delicado. Si, por el contrario, nuestra pieza es de oro blanco, el mejor consejo es limpiarla con una clara de huevo batida. Lo dejamos secar el tiempo necesario y retiramos los restos con un paño hasta que el brillo natural vuelva a ser el original.
NO UTILICES NUNCA: Lejía, blanqueadores, cloro, desengrasantes, limpiadores o antical, pues maltratan el metal, los acabados y pueden decolorar tus joyas.
Limpiar las joyas de plata.
La exposición al polvo y a otros elementos ambientales hace que, en ocasiones, la plata se oscurezca con el paso del tiempo y pierda ese esplendor del que hacía gala hace décadas. Por ello, conviene mantenerla de vez en cuando gracias a estos fáciles trucos que mostramos a continuación:
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Agua y detergente:
Si tus joyas no están tan opacas, el agua enjabonada puede ser suficiente. Frota suavemente con los dedos y enjuaga. La temperatura del agua no tiene que estar caliente sino tibia. Luego seca con un paño suave.
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Bicarbonato de sodio:
Crea una pasta con una mezcla de bicarbonato de sodio y agua tibia. Pasa el anillo frotando suavemente con los dedos. Finalmente enjuaga con agua tibia y seca con un paño suave y limpio.
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Sal y papel aluminio:
Llena un recipiente con agua caliente, agrégale una cucharada de sal y revuelve hasta que se disuelva. Luego coge papel aluminio, colócalo en el fondo del recipiente e introduce la joya de plata dentro del recipiente. Espera unos minutos, saca la pieza de plata y enjuágala con agua tibia. Seca con un paño suave y limpio.
Todos estos son consejos que podéis realizar en vuestras casa , para una limpieza profunda y profesional visita nuestra tienda física donde encontraras una limpieza profesional que dejará a tu joya como nueva. Para cualquier consulta contacta con nosotros.